Una visión, un estado de ánimo
DIEGA es una visión de este mundo ideal, esta tierra "prometida" o "debida", este reino de solidaridad y protección para las mujeres de ayer, hoy y mañana, aquí y en todas partes.
Casa DIEGA
París, Francia. En el taller de la diseñadora Carole Petit, diarios de viaje y un patchwork étnico de estampados hechos a mano. De una simple camisa para hombre, adaptada a la mujer, nace DIEGA.
La casa
Con una elegancia natural y una confianza masculina, la feminidad andrógina de DIEGA toma forma, libre de capas, tejida a partir de experiencias vintage, una fuerza de carácter con bellos materiales y colores del pasado.
De día, de noche, enérgica y soleada, siempre espontánea, la mujer DIEGA va directa a lo esencial con estilo. Intensa y verdadera, decididamente activa y desenfadada.
De día, de noche, enérgica y soleada, siempre espontánea, la mujer DIEGA va directa a lo esencial con estilo. Intensa y verdadera, decididamente activa y desenfadada.
El manifiesto
Para estas mujeres "guerreras", DIEGA se inspira en los códigos del vestuario masculino para crear un look andrógino, utilizando materiales nobles y naturales y ornamentos artesanales tomados de culturas lejanas.
Es una fusión poética, a la vez moderna y nostálgica, de dos estilos hasta ahora opuestos: la sastrería y el folclore vintage.
DIEGA es una tierra de acogida, un territorio imaginario, un nuevo rincón del paraíso para unir a todas las mujeres del mundo ofreciéndoles un arte de vivir y un vestuario que tienen su origen en las llanuras del "far west", la sabana africana, el desierto bereber, las montañas nevadas o las orillas del mar Mediterráneo.
Es una fusión poética, a la vez moderna y nostálgica, de dos estilos hasta ahora opuestos: la sastrería y el folclore vintage.
DIEGA es una tierra de acogida, un territorio imaginario, un nuevo rincón del paraíso para unir a todas las mujeres del mundo ofreciéndoles un arte de vivir y un vestuario que tienen su origen en las llanuras del "far west", la sabana africana, el desierto bereber, las montañas nevadas o las orillas del mar Mediterráneo.
Un nuevo rincón del paraíso para unir a todas las mujeres del mundo
Nuestros compromisos
DIEGA apoya causas que le conmueven, en consonancia con la visión del mundo de Carole Petit y como prolongación de sus valores familiares. La marca es un donante discreto pero activo de la "FONDS DE DOTATION GRAZIE" (antes FONDS DE DOTATION MERCI).
(antes FONDO DE DOTACIÓN MERCI), que ayuda a mujeres, hombres y niños a labrarse un futuro trabajando para mejorar sus condiciones de vida, especialmente en los ámbitos educativo, social, sanitario, económico y cultural.
DIEGA apoya a "LA MODE EUROPEENNE" en sus proyectos de desarrollo sostenible.
Reciclamos nuestra ropa de segunda mano en perfecto estado para abastecer sus tiendas solidarias en África y mantener el empleo local.
(antes FONDO DE DOTACIÓN MERCI), que ayuda a mujeres, hombres y niños a labrarse un futuro trabajando para mejorar sus condiciones de vida, especialmente en los ámbitos educativo, social, sanitario, económico y cultural.
DIEGA apoya a "LA MODE EUROPEENNE" en sus proyectos de desarrollo sostenible.
Reciclamos nuestra ropa de segunda mano en perfecto estado para abastecer sus tiendas solidarias en África y mantener el empleo local.
Una chica, un estilo.
DIEGA crea un vestuario atrevido para mujeres libres, una tribu de guerreras modernas. Las colecciones rinden homenaje a la historia y las inspiraciones de la diseñadora, Carole Petit.
De niña, Carole se imaginaba a sí misma como una amerindia. Su deseo de alejarse de todo y evocar un mundo diferente nunca la abandonó, y hoy sus creaciones se inspiran en influencias étnicas. Plumas, turquesas, la eterna palmera evocando un pilar, sin olvidar motivos de inspiración africana y flecos tomados prestados de sus "hermanas" amerindias, visten las colecciones.
De su historia personal, del exilio de sus antepasados, extrae el deseo de honrar a las mujeres y les ofrece una prenda de armadura que portará su independencia y su libertad.
De niña, Carole se imaginaba a sí misma como una amerindia. Su deseo de alejarse de todo y evocar un mundo diferente nunca la abandonó, y hoy sus creaciones se inspiran en influencias étnicas. Plumas, turquesas, la eterna palmera evocando un pilar, sin olvidar motivos de inspiración africana y flecos tomados prestados de sus "hermanas" amerindias, visten las colecciones.
De su historia personal, del exilio de sus antepasados, extrae el deseo de honrar a las mujeres y les ofrece una prenda de armadura que portará su independencia y su libertad.
