Gestos aprendidos, una elegancia heredada.
Nos transmitieron mucho más que un estilo.
Una mirada. Una forma de anudar un pañuelo. De caminar bajo la luz.
Ese lazo sutil entre elegancia y ternura, que nada borra.
Con la llegada del 25 de mayo, hemos imaginado una selección de piezas pensadas para ella.
Para quienes aman con fuerza, viven con libertad y dejan una huella suave.